KABUL.- El jefe del grupo yihadista Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) en Afganistan, Hafez Sayeed, fue muerto junto a otros 29 terroristas en el bombardeo de un avión no tripulado estadounidense en el Este afgano, en lo que se constituyó un éxito en la ofensiva militar contra el terrorismo. El ataque del drone se produjo en el distrito de Achin, en la provincia de Nangarhar, informaron los servicios secretos afganos NDS.

Este es el segundo gran golpe contra el ISIS en siete días en Afganistán, luego de que el lunes otro bombardeo estadounidense también en el distrito de Achin matara al segundo jefe del grupo yihadista en el país y Pakistán, Gul Zaman. Estas bajas dentro de la cúpula yihadista en Afganistán se suman a la muerte -ocurrida en el mes de febrero- en la provincia de Helmand, de un alto jefe del ISIS, para el sur de Asia, Abdul Rauf Khadim. El gobierno afgano inició la semana pasada una ofensiva contra la organización terrorista, como parte de una nueva estrategia militar de proseguir con el operativo contra los talibanes.

Cientos de terroristas murieron o resultaron heridos en enfrentamientos armados entre los talibanes y el ISIS por el control de varias áreas de la provincia de Nangarhar. En junio, los talibanes afganos advirtieron al autoproclamado califa del ISIS, Abu Bakr al Baghdadi, de que la actual lucha “contra América y sus títeres” en Afganistán debe realizarse sólo bajo la bandera de los talibanes y amenazó con tomar represalias por su presencia en el país. En una carta dirigida a Al Baghdadi, el segundo jefe talibán, el mulá Akhtar Muhamad Mansoor, exhortó al ISIS a no “dar pie a los talibanes a reaccionar en su contra” e indicó que la aparición de nuevos grupos yihadistas en territorio afgano supone un riesgo para los logros alcanzados por su organización.

El aumento de la presencia del ISIS en Afganistán se produce en un momento de aparente acercamiento entre los talibanes y el Gobierno del presidente, Ashraf Gani, quien reemplazó a Hamid Karzai en setiembre de 2014, en lo que fue primer relevo democrático desde la invasión de EEUU que derrocó a los talibanes del poder en 2001. EEUU ha ido retirando progresivamente sus tropas del país, aunque aún mantiene 9.800 soldados, en apoyo del Gobierno y como parte de la lucha contra el terrorismo.

Pero, EEUU mantiene continuos bombardeos contra los yihadistas en el Norte de Irak, en un intento por contener su penetración. El ISIS domina importantes zonas de Irak y ha buscado expandirse al vecino, Afganistán, pese a esa ofensiva en su contra.

Mosul y amplias zonas de Nínive están bajo control del ISIS desde junio de 2014, fecha en la que el grupo extremista proclamó un califato en territorio iraquí y sirio. (Télam-especial)